Gresca es un pequeño restaurante barcelonés etiquetado como "bistronomic", es decir un restaurante con una alta gastronomia a un coste bajo.
Gresca cumple con creces lo de la alta gastronomia, Rafa, es un grandisimo cocinero, y su propuesta es una de las mejores de la ciudad con unos precios de risa visto el contenido del plato.
Cierto es que el local, es un tanto ruidoso cuando hay mucha gente, y cualquiera podria buscarle mas pegas, pero el nivel de cocina suple con con creces, cualquier carencia no culinaria.
Muy bien su oferta de vinos, tanto en precio como en seleccion de vinos. Vinos bien escogidos, nada comerciales, y a muy buen precio. Bravo....
En nuestra última visita disfrutamos muchisimo, tiene una serie de platos mas o menos fijos como el canelón de magret de pato ahumado con langostinos, o el mosaico de pulpo, y otros que va cambiado cada cierto tiempo.
En la foto unas laminas de panceta Maldonado con ceps simplemente genial.
Muy buen cocinero tambien de postres, cosa complicada a veces cuando la estructura de cocina no es muy grande.
El menú degustación (50€) solo lo hacen por encargo y a mediodia tienen una propuesta por 19€ que aunque no hemos probado, sabemos a ciencia cierta que está muy bien.
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